¿Te gustaría correr más distancia o más rápido sin cansarte tanto? Entonces debes conocer la diferencia entre el entrenamiento aeróbico y anaeróbico en el running, de este modo podrás aplicar las técnicas correctas para lograrlo!


Si estás leyendo este artículo, lo más probable es que hayas sido picado por el bichito del running. Puede ser difícil de explicar, ya que de seguro has pensado que nunca ibas a terminar disfrutando tanto de correr, pero de alguna manera algo ocurrió y ahora eres un corredor. Ahora bien, al igual que sucede con el entrenamiento con pesas, ciclismo o cualquier otro deporte, parte de ser un corredor es querer dar lo mejor que uno pueda, perseguir las metas, y seguir mejorando.

Por lo tanto, debemos conocer la diferencia entre dos conceptos muy básicos, el ejercicio anaeróbico y el ejercicio aeróbico en el running, esto puede marcar una gran diferencia cuando se trata de administrar todo el potencial el día de la carrera o al orientar tus entrenamientos hacia un objetivo en particular.

Cuando uno aprende a entrenar en un nivel adecuado, puede cambiar su entrenamiento para mejorar, y mediante el entendimiento de lo que cada uno de estos términos significa, puedes ser capaz de poner esos conocimientos en práctica y mejorar tus tiempos de carrera.

El ejercicio aeróbico y anaeróbico en el running

La base científica del entrenamiento aeróbico y anaeróbico es la siguiente: en el ejercicio, el cuerpo necesita descomponer el glucógeno y convertirlo en glucosa, para que pueda ser utilizado como energía o combustible. Cuando el cuerpo tiene un suministro adecuado de oxígeno para este proceso, lo llamamos respiración aeróbica, es decir en presencia de oxígeno.

Cuando no hay suficiente oxígeno, por ejemplo cuando uno está corriendo con todas sus fuerzas al final de una carrera de 5k, o entrena con pesas, estamos realizando un proceso de respiración anaerobia, en este caso es ausencia de oxígeno. Cada uno de estos estadios tiene efectos totalmente diferentes en el cuerpo. Y cuando digo respiración con o sin oxígeno no me refiero a nuestra propia respiración sino al proceso metabólico que se da en el interior de nuestras células.

¿Qué es correr en forma aeróbica? El entrenamiento aeróbico en el running

El entrenamiento aeróbico ocurre cuando, para la actividad que estás realizando a una determinada intensidad, el cuerpo cuenta con el suficiente oxígeno para abastecer a las células que lo estén demandando. Por ejemplo, cuando sales a trotar algunos kilómetros a una intensidad baja con tus amigos.

Cada vez que respiras, tu cuerpo utiliza de manera eficiente todo el oxígeno que necesita para alimentar los músculos y termina exhalando todo lo que tu cuerpo no necesita. Cuando estás «corriendo aeróbicamente», los músculos tienen suficiente oxígeno para producir toda la energía que necesitan para la actividad que estás realizando.

EJERCICIO AEROBICO

En el proceso aeróbico, los productos de desecho de la respiración aeróbica son el dióxido de carbono y el agua. Estos subproductos son expulsados fácilmente por el simple hecho de respirar. Al correr de este modo mejoramos nuestra resistencia aeróbica lo que nos permite correr cada vez antes de cansarnos o sentir la fatiga muscular. Por esto es que este tipo de entrenamiento es tan importante para tu formación como corredor.

¿Qué es correr en forma anaeróbica? El entrenamiento anaeróbico en el running

La respiración anaeróbica se produce cuando no hay suficiente oxígeno disponible en la sangre, haciendo que los músculos no tienen suficiente oxígeno para crear la energía que necesitan. Esto, por lo general, se da por un aumento en el ritmo de carrera, al correr más rápido el cuerpo es incapaz de sostener un abastecimiento de oxígeno constante a los músculos.

Cuando se corre en condiciones anaeróbicas, los músculos comienzan a descomponer el azúcar, pero en lugar de producir sólo CO2 y agua, también produce cantidades excesivas de lactato.

EJERCICIO ANAEROBICO

Por desgracia, el lactato es más difícil de “reconvertirse” en energía y tiene una importante desventaja, no se puede exhalar con la respiración como en el caso del CO2 y el Agua. En ausencia de oxígeno, el cuerpo no puede limpiar el ion de hidrógeno adicional creado por el lactato y esto es lo que se genera la sensación de ardor o dolor en los músculos, luego de entrenar, el maldito ácido láctico.

Pero si entrenamos a altas intensidades, esforzándonos cada vez un poco más, estaremos mejorando nuestra resistencia al lactato, logrando que nuestro cuerpo sea más eficiente al correr a altas velocidades y el ácido láctico tarde más en aparecer, y por ende ese estado de fatiga tan molesto.

¿Por qué necesitamos conocer la diferencia entre lo aeróbico y lo anaeróbico?

La importancia de entender que existe una diferencia en la intensidad con la que corres, es que así podrás mejorar tu eficiencia al correr. Si comienzas a correr demasiado duro en medio de un entrenamiento o al inicio de una carrera, el cuerpo entrará en un estado anaeróbico, con producción de lactato.

Si en una carrera «corremos en forma anaeróbica» muy temprano, el cuerpo se fatigará pronto, y la capacidad para mantener el ritmo cae en picada. Además se acumulará muchísimo lactato en los músculos, y tendrás que bajar muchísimo el ritmo para conseguir que el cuerpo vuelva al estado aeróbico.

¿Entonces esto es malo? Depende el momento, salvo al final, en una carrera es malo, pero en un entrenamiento es lo que buscamos para mejorar nuestras capacidades en futuras carreras. Para aquellos que corren maratones o media-maratones; es decir carreras de fondo, el aprendizaje de la diferencia entre correr en forma aeróbica y anaeróbica es un punto absolutamente crítico.

Recuerda que mientras más rápido corras, más energía se quema. Durante una carrera de fondo, el cuerpo necesita conservar tanto combustible como sea posible; si se corre más rápido que el umbral aeróbico (el punto en el que pasan de correr utilizando la respiración aeróbica a correr en forma anaeróbica) se quema combustible más rápido, y es más que probable que te termines fatigando antes de terminar.

¿Cómo saber si corro en forma aeróbica o anaeróbica?

Aprender a establecer y seguir un ritmo aeróbico o anaeróbico es una habilidad muy importante si quieres empezar a correr más rápido. La forma más fácil de probar si estás corriendo en condiciones aeróbicas es llevar a cabo lo que se denomina la «prueba del habla».

Mientras estas corriendo, trata de hablar con alguien en voz alta. Si puedes hablar un párrafo corto sin demasiados problemas es que están corriendo aeróbicamente. Si sólo puedes largar una oración antes de empezar hacer lo posible por volver a respirar una bocanada de aire, es que están corriendo demasiado duro, y es hora de reducir la velocidad.

La otra forma de hacerlo es llevar el control de tu frecuencia cardiaca, pero esto ya requiere todo un artículo especial, si quieres saber cómo hacerlo puedes pasar a leerlo por aquí: El entrenamiento según la frecuencia cardiaca