Hoy hablaremos de la consistencia del entrenamiento… ¿Qué es, por que se considera un pilar del entrenamiento y para qué nos sirve?
Antes de meterme de lleno en este concepto, debes saber que existen dos tipos diferentes de consistencias. La primera es la consistencia de los métodos de entrenamiento y los tipos y componentes de ejercicios individuales. La segunda es la consistencia física en sí, desde un punto de vista estructural, pero no es de esta de la que hablaremos en este artículo.
¿Qué es la consistencia en el entrenamiento?
Antes que nada analicemos primero la siguiente oración: “La aplicación de un método de entrenamiento o un ejercicio específico debe ser coherente con el fin, el cual sería producir una respuesta adaptativa en el cuerpo”. Muy a menudo, muchos aspirantes a atletas o entusiastas del Fitness se desvían de su rutina de entrenamiento habitual para probar una nueva, considerando esto como un hecho aislado.
La idea general es que, hacer algo diferente permitirá “sorprender al músculo” y generar confusión en nuestro sistema muscular y nervioso, lo que resulta en mayores ganancias en la aptitud física. ¿Pero esto realmente es así? Si bien esta es una característica común de los sistemas de entrenamiento, el problema con este enfoque es que hacer un cambio una sola vez o hacerlo esporádica y simplemente sobre un solo elemento específico de nuestro entrenamiento solo se traducirá en una pérdida de tiempo y energía. ¿Por qué? Porque no hay “consistencia”.
Esto impide que podamos brindarle a nuestro cuerpo del estímulo necesario para generar una respuesta adaptativa. Y no se aplica sólo a un cambiar de ejercicios en una rutina en forma aleatoria, ni a cambiar de peso según las ganas, sino también al respetar los días de entrenamiento, es decir respetar todo el macrociclo de entrenamiento.
Entonces podríamos definir a la consistencia como: «la capacidad de mantenerse apegado y en cumplimiento de todos y cada uno de los componentes que conforman un entrenamiento estructurado, y orientado a cumplir uno o varios objetivos». Si un atleta decide incluir las sentadillas en un entrenamiento estas tienen que ser parte de un programa de entrenamiento global más amplio, de lo contrario no obtendrá ningún beneficio extra si es algo esporádico o único. Esto está estrechamente vinculado con el principio de progresión.
¿Cómo mantenerse consistentes con el entrenamiento?
Algunos consejos para mantenerse consistente en el entrenamiento son:
- Establece objetivos realistas.
- Sé consciente de tus puntos débiles y limitaciones físicas.
- Sé realista con los días y el volumen de entrenamiento. Una cosa es lo que te gustaría o crees que podrías entrenar y otra lo que realmente puedes hacer de manera constante y sin fallar.
- Preocúpate tanto por el descanso posterior como por el del propio entrenamiento.
- No entrenes al límite cada día.
- Encuentra unos ritmos exigentes pero asumibles y respeta los días de entrenamiento suave o regenerativo.
- Sé prudente con las molestias y la fatiga.
- Escucha más a tu cuerpo y menos a tu corazón.
- Escucha a tu entrenador ¡Y hazle caso!
Conclusión sobre la consistencia en el entrenamiento físico
En resumen, algo que debemos tener en cuenta acerca del concepto de consistencia, es que tenemos que considerar al desarrollo físico como algo global. Este es el medio que nos permitirá llegar a un objetivo determinado, y para esto debemos ser constantes y entrenar en forma regular.
Si el entrenamiento es esporádico y no se hace regularmente, entonces el cuerpo pasará por un proceso de desentrenamiento o reversibilidad de adaptaciones, lo que resulta en que terminemos con una capacidad física de base, muy por debajo de los resultados que deberíamos estar disfrutando.