Además de un buen entrenamiento, todo deportista debe procurarse por llevar a cabo una correcta alimentación, acorde al ejercicio que practica. Veamos entonces por que es tan importante la alimentacion en el deporte.
No solo es importante definir una dieta para mantener un buen aspecto físico, sino que debe estar también orientada a contribuir a la optimización del rendimiento del atleta y a recuperar de manera eficiente el desgaste de energía que le produce su actividad. Tanto si la finalidad del entrenamiento va encaminada a la musculación, la preparación para una modalidad concreta o simplemente a la pérdida de peso, debe ser respaldada por una alimentación que se ajuste a dicho ejercicio evitando así una descompensación entre la energía que se consumen y los nutrientes que se reciben. Esto debe tenerse en cuenta tanto antes como después de realizar el entrenamiento.
En ocasiones conocemos las malas prácticas que algunos llevan a cabo en el terreno de la alimentación por carecer de una buena fuente de información o sencillamente por seguir los consejos gratuitos que cualquiera sin base alguna puede dejar colgados en internet.
Alimentación para deportistas
En este sentido analizábamos hace poco el error que cometen quienes piensan que es correcto eliminar los carbohidratos en la dieta de un deportista o para bajar de peso. Es probable que en ocasiones hayas escuchado esto pues es una costumbre bastante extendida el reducir drásticamente, o incluso eliminar, el consumo de hidratos de carbono sin tener en cuenta sus consecuencias.
La glucosa es un buen activador de los músculos y en general los carbohidratos son una de las principales fuentes de energía para el cerebro. Buena prueba de ello se traduce en que se han convertido en una de las bases de la dieta en los deportes mentales, como el póker, contribuyendo principalmente a mantener la atención.
Tanto el ejercicio aeróbico como anaeróbico van asociados a un consumo de energía que es imprescindible reponer tras la actividad (si es posible en las siguientes dos horas) ingiriendo alimentos ricos en hidratos de carbonos, proteínas y bajos en grasa. En general, tras un entrenamiento aeróbico es más conveniente ingerir hidratos de carbono como arroz, cereales, patatas, hortalizas, legumbres y frutas rojas para recuperar energía y reponer el glucógeno muscular que hemos consumido.
En cambio, tras practicar deportes de fuerza o anaeróbicos es necesario consumir proteínas con el fin de recuperar el músculo y contribuir a su crecimiento. La carne de vaca o cerdo, huevos, soja, leche, quesos y pescados son algunos de los alimentos más recomendados para estos casos.
Paralelamente a ello es imprescindible reponer también los líquidos que se han perdido durante el ejercicio, además de hidratarse adecuadamente antes y durante la sesión. Siempre que la actividad sea de media o larga duración es aconsejable la hidratación por medio de agua mineralizada con unas cantidades de sodio ligeramente más elevadas.
Al margen de esto se pueden tener en cuenta algunos tips para una alimentación más adecuada tras realizar el ejercicio. Aludiendo a aquello tantas veces comentado como el tema de la frecuencia de las comidas, ingerir un pequeño refrigerio al terminar el entrenamiento como puede ser una barrita de cereales, una fruta fresca o frutos secos, paliará el apetito para no llegar a la mesa con un hambre voraz.
Del mismo modo hay que evitar alimentos altamente ricos en grasa como la bollería. Se deben consumir alimentos ricos en potasio como la verdura o los plátanos para relajar los músculos fatigados tras la sesión, evitando el consumo de grasas que retardan el efecto de las proteínas.
Conclusión sobre la alimentación y el deporte
Estos son algunos consejos básicos a la hora de hacer un plan de alimentación para antes y después de realizar la actividad deportiva, aunque si se pretende enfocar el entrenamiento de un modo más serio o de cara a la competición, obviamente la mejor opción es buscar el asesoramiento de un profesional.