¿Te está costando cada vez más ir al gimnasio? Buscas excusas para evitar entrenar? Es normal a todos nos ha pasado, por eso hoy te invito a leer este articulo para ayudarte a recuperar tu motivación.​


Todos hemos tenido esos días en que inventamos una y mil excusas para no ir a entrenar al gimnasio. Que hace mucho frío… que acabas de llegar a casa después de un largo día de trabajo o escuela… que sientes mucho cansancio… que tienes en mente mil cosas no relacionadas con el gimnasio… y todo lo que realmente quieres hacer es echarte en el sofá, relajarte y descansar.

El único problema es que es lunes. Y el lunes te tocaba día de piernas. No importa cuánto intentes racionalizarlo en tu mente, en el fondo sabes que no hay excusa para omitir este entrenamiento, a pesar del hecho de que te gustaría quedarte donde estás y no mover un músculo. ¿Te suena familiar?

Independientemente de que hacer ejercicio sea algo que disfrutes genuinamente o no, incluso el más motivado de los culturistas en algún momento experimenta esa sensación de necesitar días “libres” de vez en cuando. Entonces ¿Qué debes hacer en aquellas situaciones en las que simplemente no tienes ganas de salir a entrenar y no logras encontrar la motivación necesaria para que esto ocurra?

¿Qué hacer cuando no hay ganas de entrenar?

La solución es simple… Deja de pensar en ello y empieza a actuar. ¿Pero suena demasiado simple, no? Lo es en palabras pero es un proceso interno que lleva un tiempo. La mayoría de la gente piensa que la acción y la motivación son estrictamente una calle de sentido único. En otras palabras, si sientes un nivel suficiente de motivación, esto te inspirará a llevar a cabo una acción específica.

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Pero en realidad, funciona en ambos sentidos. Llevar a cabo una determinada acción también hace que te sientas cada vez con mayor motivación. En otras palabras, si te sientes completamente desmotivado para realizar una tarea en particular, debes empezar a tomar acciones de todos modos.

ACCIÓN Y MOTIVACIÓN

Encontrarás que el simple hecho de obligarte a hacer algo que sabes que deseas, es en sí mismo el catalizador que te permitirá sentir mayor motivación. Esto entonces se retroalimenta, más motivación inspira nuevas acciones, y a su vez la propia acción inspiran una mayor motivación, y antes de que te des cuenta, estarás totalmente absorto en esa tarea que parecía tan intimidante al comienzo. El estado de ánimo que uno siente mientras está sentado en el sofá a punto de dormirse no es el mismo estado de ánimo que vas a sentir mientras estás realizando un entrenamiento real.

Es importante actuar para promover nuestra automotivacion

Una vez más, debes dejar de pensar y simplemente comienza a actuar, deja que las circunstancias te conduzcan en el camino de la acción. Debes dejar de crear imágenes mentales de lo que se avecina… dejar de pensar en frases como “¿y si hiciese esto…?” o “¿qué pasaría si…?”… dejar de buscar razones para no entrenar en el gimnasio…

Si ya has tomado el compromiso contigo mismo y sabes que lo que hay que hacer es dirigirte al gimnasio y entrenar, las ideas negativas desaparecerán de tu mente y simplemente estarás disfrutando de tu entrenamiento apenas te des cuenta. Ponte de pie… ponte la ropa de entrenamiento… prepara el bolso… ¡Y a entrenar!

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Incluso esas diminutas acciones de poner en marcha este proceso “nos permite cambiar de estado”. Y en ocasiones encontrarás que tomando ciertas acciones, evitaras sobreanalizar la situación y dejar de ponerte excusas para evitar el entrenamiento. Como primer medida te invito a escribir tus objetivos en el lugar más visible de tu hogar, la heladera suele ser una buena elección.

Léelos cada día, y en cualquier momento que enfrentes una situación de desgano (y no solo relacionado con el entrenamiento eh), en donde tienes o debes hacer algo, pero que hace que te sientas cansado y sin motivación para llevarlo a cabo, aplica este principio:

“Repasa tus objetivos, deja de pensar y actúa”¡ Esa es la manera exacta de automotivarse!