Las lesiones deportivas son trastornos que ningún deportista desea padecer, lamentablemente estas pueden ocurrir durante la práctica de cualquier ejercicio o al participar en un cualquier deporte.


Sin embargo, hay formas de minimizar su aparición, para hacerlo debemos preguntarnos bajo qué condiciones témenos más probabilidades de sufrir algún tipo de lesión. Pues estás en mayor riesgo de sufrir lesiones deportivas si:

  • Haces alguna actividad física muy demandante si no has estado activo regularmente.
  • No realizamos un calentamiento adecuadamente antes del ejercicio.
  • Si practicas algún tipo de deporte de contacto.

Ahora esto no significa que no puedas hacer ejercicio o practicar ningún deporte, solo debes tomar algunos recaudos para ir avanzando tanto como lo desees. Pero antes que nada pasemos a analizar cuáles son las principales tipos de lesiones que se dan al practicar algún ejercicio o deporte.

Lesiones deportivas más comunes

Diferentes lesiones deportivas producen diferentes síntomas y complicaciones. Los tipos más comunes de lesiones deportivas incluyen:

  • ESGUINCES: El estiramiento excesivo o el desgarro de los ligamentos puede producir un esguince. Los ligamentos son piezas de tejido que conectan dos huesos entre sí en una articulación.
  • DESGARROS MUSCULARES: Los desgarros musculares consisten en la rotura de la fibra muscular, sea cual sea la orientación de esta, lo que puede afectar en mayor o menor medida el tratamiento y recuperación.
  • DESGARROS MUSCULARES: Los desgarros musculares consisten en la rotura de la fibra muscular, sea cual sea la orientación de esta, lo que puede afectar en mayor o menor medida el tratamiento y recuperación.
  • MÚSCULOS INFLAMADOS: La inflamación es una reacción natural a una lesión. Los músculos inflamados también pueden ser dolorosos y sentirse débiles.
  • ROTURA DEL TENDÓN DE AQUILES: El tendón de Aquiles es un tendón delgado y poderoso en la parte posterior de tu tobillo. Durante los deportes, este tendón puede romperse o fisurarse. Si lo hace, experimentarás un dolor repentino y severo y dificultad para caminar.
  • LAS FRACTURAS: Las fracturas óseas básicamente consisten en la rotura de huesos.
  • DISLOCACIONES: Las lesiones deportivas pueden dislocar un hueso de tu cuerpo. Cuando eso sucede, el hueso es forzado a salir de su cavidad. Esto puede ser doloroso y llevar a un cuadro de inflamación y debilidad.
  • TENDINITIS: En las tendinitis se produce una alteración e inflamación sobre algún tendón específico.

Tratamiento de las lesiones deportivas

El método básico e inicial, de cualquier tipo de lesión leve, ocurrida mientras se realiza la práctica de cualquier tipo de práctica deportiva consiste en realizar los siguientes 4 pasos:

  • Descansar
  • Aplicar hielo
  • Compresión
  • Elevación de la zona afectada

Para obtener los mejores resultados, este tratamiento se debe aplicar dentro de las primeras 24 a 36 horas después de la lesión. Puede ayudar a reducir la inflamación, el dolor y los posibles moretones en los primeros días después de una lesión deportiva. Ahora, si tu lesión deportiva se ve o se siente severa, haz una cita para ver a su médico. Busca atención de emergencia si la articulación lesionada muestra signos de:

  • Inflamación severa y dolor.
  • Bultos, protuberancias u otras deformidades visibles.
  • Debilidad o incapacidad para poner peso sobre la articulación.
  • Sonidos o crujidos cuando se usa la articulación.
  • Inestabilidad.

También deberías buscar atención de emergencia si experimentas alguno de los siguientes síntomas después de una lesión:

  • Respiración dificultosa
  • Mareos
  • Fiebre

Las lesiones deportivas más graves pueden requerir cirugía y fisioterapia.

En definitiva, el tratamiento de cualquier lesión no se supera con un truco de magia sacado del universo de Harry Potter, es decir, no bastan unas palabras mágicas ni existe un método de recuperación inmediata. Por tanto, seguir las indicaciones que dan los profesionales es la forma más eficiente de curar cualquier lesión.

Prevención de lesiones deportivas

La mejor manera de prevenir una lesión deportiva es calentar adecuadamente. Los músculos fríos son propensos al estiramiento excesivo y los desgarros. En cambio, los músculos calientes son más flexibles. Pueden absorber movimientos rápidos, curvas y sacudidas, lo que hace que las lesiones sean menos probables. También puedes tomar estos consejos para evitar lesiones deportivas:

Usar la técnica adecuada

Realiza los ejercicios con la forma técnica correcta durante todo tu deporte o actividad. Ten en cuenta que diferentes tipos de ejercicio requieren diferentes posturas y posturas. Por ejemplo, en algunos deportes, doblar las rodillas en el momento adecuado puede ayudar a evitar una lesión en la columna vertebral o las caderas.

Usar el equipo adecuado

Usa la vestimenta y accesorios de seguridad adecuados. Asegúrate de tener la protección atlética adecuada. Un calzado o equipo que no se ajuste bien pueden aumentar tu riesgo de lesión.

Nunca te excedas

Si ya habías sufrida una lesión previa, asegúrate de estar curado antes de comenzar de nuevo la actividad. No trates de «superar» el dolor. Cuando regresas después de una lesión, es posible que debas volver a entrenar poco a poco en lugar de realizar los ejercicios con misma intensidad que antes de la lesión.