El metabolismo y el uso de la energía en entrenamiento son conceptos que todo atleta, culturista o entrenador deben conocer. Hoy, en Musculación Total, vamos a tratar estos dos temas para que conozcas la base del rendimiento deportivo y desarrollo muscular.
Comencemos por EL RENDIMIENTO, este es un concepto que tiene su origen allá por el año 1839 y deriva de la palabra parformer la cual significa cumplir o ejecutar. Hoy en día podemos definir al rendimiento como una acción motriz basada en reglas establecidas y que permite al individuo expresar su potencialidad física y mental.
En cuanto a LA ENERGÍA, podemos decir que a partir del continuo aporte de energía química, nuestro cuerpo podrá realizar un trabajo mecánico; el cual puede ir desde levantar un brazo para rascarnos la cabeza, hasta el proceso de levantar kilos y kilos en discos para hacer un press en banco plano por ejemplo. En base a estas definiciones podemos deducir que nuestro rendimiento depende mucho de cómo utilicemos la energía, y para esto debemos de conocer todo en cuanto a metabolismo se refiere, no?
¿Qué es el metabolismo?
El metabolismo se define como el conjunto de intercambios físicos y químicos que se desarrollan dentro del organismo y que permiten la transferencia de energía. Este incluye diferentes procesos como ser el crecimiento, el mantenimiento y las transformaciones fisicoquímicas. Ahora bien, el metabolismo implica dos procesos fundamentales:
- EL ANABOLISMO: definido como el proceso de construcción, siendo el proceso metabólico relacionado con el crecimiento muscular por ejemplo cuando levantamos pesas.
- EL CATABOLISMO: que implica los procesos de degradación, por ejemplo a la hora de realizar un régimen de comidas entran en juego procesos catabólicos dentro del organismo a fin de mantener los niveles energéticos normales; ya que, como veremos luego, a partir de la transformación de nutrientes es de donde obtendremos energía.
Como ya hemos visto, todo proceso de musculación se realiza gracias a nuestra capacidad de extraer la energía de los distintos tipos de nutrientes, como ser los glúcidos (principal fuente de energía), lípidos y proteínas que incorporamos en nuestra dieta. Esta energía a su vez, es la que transferimos a las proteínas contráctiles de los músculos para realizar el movimiento.
¿Cómo se transfiere la energía? Conozcamos al ATP
Como los músculos no pueden obtener la energía directamente de los alimentos procesados en el tracto gastrointestinal se debe utilizar un intermediario, este es el ATP (adenosintrifosfato). El ATP es sintetizado por el cuerpo a través de la degradación de la glucosa.
Este va a transportar la energía almacenada en forma de enlaces químicos para que el músculo, y otras estructuras, generen la ruptura de estos enlaces químicos. Liberando así la energía almacenada en ellos, la cual será utilizada por éste y podrá generar el movimiento.
¿Cómo influye el metabolismo en la intensidad de entrenamiento?
Y sabemos que la fuente inmediata de energía para la contracción muscular es el ATP. Sin embargo, la cantidad total de ATP en la célula muscular es muy baja por lo que solo nos permite realizar un ejercicio de apenas unos segundos de duración.
Por esta razón debemos considerar al ATP, más como un mediador de las conversiones energéticas; entre la energía química de los nutrientes y la energía mecánica desarrollada por el músculo en contracción. A partir de esto, entonces, podemos definir tres tipos de metabolismos energéticos:
El metabolismo anaeróbico no láctico
La vía del el metabolismo anaeróbico no láctico permite obtener la energía del ATP libre y su recuperación se da a través de la degradación de la Fosfocreatina y otras vías complementarias. La capacidad aláctica depende de la concentración de fosfocreatina y como esta se agota en unos 6 segundos aproximadamente, la máxima fuerza manifiesta aquí. Esta vía es muy utilizada en carreras de 100 mt. por ejemplo o en el levantamiento de pesas para generar fuerza.
El metabolismo anaeróbico láctico
Esta vía permite obtener ATP pero a partir de la degradación de hidratos de carbono en ausencia de oxígeno. Es decir cuando realizamos esfuerzos de moderados a altos. Esta vía tiene como sustrato de degradación al ácido láctico, que cuando se acumula en los músculos genera esos dolores que duran uno o dos días después del entrenamiento. Y es esta producción de lactato la que limita el rendimiento, por lo que es bueno entrenar el umbral del lactato para lograr que este sea cada vez más alto y podamos realizar altos esfuerzos por más tiempo.
El metabolismo aeróbico
La vía del metabolismo aeróbico permite obtener ATP a partir de la degradación de hidratos de carbono, grasas y en menor medida de las proteínas, pero esta vez en la presencia de oxígeno. Esta vía permite realizar un esfuerzo constante pero de baja intensidad, es utilizada por los corredores de maratones y ciclistas por ejemplo.
- Si lo deseas puedes extender la información sobre el entrenamiento aeróbico vs anaeróbico.
