¿Tomar las medidas del cuerpo? ¿Cómo hacerlo? ¿En qué momento? Si bien la simetría y la proporción de nuestro cuerpo están determinadas en gran parte por la genética; al controlar nuestras medidas corporales podemos orientar mejor nuestros entrenamientos y saber cuánto avanzamos. ¡Vamos a aprender a hacerlo!
Mantener un diario de entrenamiento, tomar medidas en función de los resultados y registrar los cambios que va sufriendo nuestro cuerpo a través del tiempo es una parte importante de todo entrenamiento. Y seamos sinceros, no hay nada más emocionante y motivante que ver y sentir que paso a paso vamos cumpliendo con nuestros objetivos de entrenamiento. La proporción aurea, guiada por la sucesión de Fibonacci, sirve como referencia para la proporción perfecta.
Si bien una balanza da un estimativo de nuestros avances (en caso de querer adelgazar por ejemplo), se confunde el peso del músculo y la grasa no deseada, haciendo que este sea un medio ineficaz para medir nuestros progresos. Por esta razón son las medidas del cuerpo las que contarán la historia real. Medir cuánto han creído los músculos o cuánta grasa hemos perdido permite realizar un correcto seguimiento de nuestro entrenamiento.
Para aprender a medirse el cuerpo todo lo que necesitas es una cinta métrica clásica, estas suelen ser de plástico o de tela y son flexibles por lo que servirán para pasarlas alrededor del cuerpo. Ahora bien, no solo basta con saber cómo medir el cuerpo, también es sumamente necesario conocer el momento óptimo para hacerlo. No podemos llevar el procedimiento a cualquier hora, o momento del día, no?
¿Cuándo se deben tomar las medidas corporales?
Cuando quieras medir el tamaño de tus músculos, es importante tener en cuenta diversos parámetros. La primera y más importante, es que tienes que estar frío. Y estar frío significa que tu cuerpo debe estar descansado, es decir, que no ha sufrido ninguna actividad física recientemente. Para estar seguro de que te encuentras en esta condición, debes tomarte un periodo de dos días de descanso.
Pero… ¿Por qué debemos esperar tanto tiempo? Debido a que nuestros músculos aún pueden estar congestionados y no haber perdido volumen después del último entrenamiento.
La hora del día también es un factor importante
Hay dos períodos en el día en los cuales es más adecuado medir el cuerpo. Puede ser en la mañana antes del desayuno y después de ir al baño, o por la tarde/noche antes de ir a la cama. Sea cual sea que elijas, siempre debes respetar ese “turno” cada vez que midas los avances.
Ahora bien, teniendo en cuenta que una dieta con abundante agua y alimentos salados o azucarados puede tener un impacto indeseado en nuestras medidas del cuerpo. Mi opinión es que la mejor opción entre ambas es por la mañana.
Incluso si puedes, tomate unas fotos de ti mismo en posición frontal y posterior donde evidencies los músculos. Estas imágenes también te permitirán ver las mejoras que tu cuerpo va experimentando a lo largo del tiempo.
¿Cuáles son las partes del cuerpo que podemos medir?
Ya sea que seas hombre o mujer, el procedimiento es el mismo y las zonas a medir son universales, puedes obviar alguna que no te interese, pero te recomiendo que hagas una medición completa por si en algún momento cambias de objetivos. De este modo podrás tener un historial más detallado. Las partes del cuerpo a medir y cómo se miden, lo puedes ver en el listado a continuación:
- A – MEDIR EL CUELLO: medir por debajo de la nuez de Adán.
- B – MEDIR EL HOMBROS: Hay que estar de pie, con los hombros relajados y los brazos estirados a los lados del cuerpo; midiendo en forma horizontal justo debajo de la clavícula. Lo mejor es pedirle a alguien que nos ayude a tomar las medidas del hombro.
- C – MEDIR EL PECHO: relajado, respirando mantenido en posición de reposo midiendo a la altura de los pezones o por encima de estos. Para las mujeres pueden medir pasando la cinta por debajo del busto. Mantener siempre la cinta métrica paralela al suelo.
- D – MEDIR LA CINTURA: relajada, no metan ni saquen panza; medir la porción más pequeña, cerca y por encima del ombligo.
- E – MEDIR LOS ANTEBRAZOS: deben estar contraídos y estirados a lo largo del cuerpo, la muñeca en línea con el antebrazo; realizando la contracción del mismo. Se debe medir por la porción más gruesa por debajo del codo.
- F – MEDIR EL MUSLO: este debe estar relajado, y manteniéndote de pie debes medir la parte más gruesa bajo la nalga.
- G – MEDIR LAS PANTORRILLAS: relajadas, en posición vertical y apoyándose en el talón; enderezar la pierna y medir en la parte más gruesa.
- H – MEDIR LOS BÍCEPS: con los brazos levantados paralelos al suelo en el mismo eje que los hombros, los antebrazos y las muñecas dobladas y contraídas; hay que medir la porción más ancha.
- J – MEDIR LOS GLÚTEOS O CADERA: Coloca la cinta métrica a través de la parte más ancha de las caderas/glúteos y mide en todo el perímetro, manteniendo siempre la cinta métrica paralela al suelo.
¿Dónde registrar las medidas del cuerpo?
Mucha gente utiliza un diario de papel para registrar su progreso, y funciona perfectamente bien, pero hay muchas más ventajas en usar un sistema digital, como ser una plantilla de Excel. Por ejemplo, es más fácil buscar en los registros del diario.
- Hay mayor capacidad para analizar los progresos sobre la salud y estado físico. Puedes mantener registros infinitos en un solo lugar.
- Puedes filtrar por diferentes valores (por ejemplo, la media, los valores altos y los más bajos de para un período de tiempo).
- Los datos se copian de forma segura y no se puede perder como un diario de papel. Los datos pueden ser privados y no ser vistos por los demás.
- Incluso puedes graficar los datos obtenidos para conocer si hay algún estancamiento u oportunidad de mejora.
¿Cada cuánto tiempo podemos medir nuestro cuerpo?
Cuando se trata de establecer la frecuencia con la que se toman las medidas del cuerpo la primer respuesta es fácil, obviamente no es necesario hacer un seguimiento todos los días, nuestro cuerpo no cambia de un día para el otro. Pero como máxima frecuencia se recomienda tomar registros semanales, medidos a la misma hora del día y en las mismas condiciones como he comentado antes. Este enfoque será suficiente para ver cómo nuestro cuerpo cambia con el tiempo y permite evaluar tendencias.
Ahora bien, si quieres hacerlos cada dos semanas o un mes, no hay problema, es menos engorroso y los datos obtenidos serán también útiles. Lo importante en esto es mantener la constancia. No sirve de nada medir 4 semanas seguidas y después cansarte y dejar de hacerlo. Por eso, evalúalo en función de tus objetivos y cuánto margen de mejora tienes. A mayor margen de mejora, mayor frecuencia en la toma de datos.
¿Un último consejo? Al principio asegúrate de configurar un recordatorio semanal o bisemanal para tomarte las medidas con el fin de que no te olvides, con el tiempo esto se volverá un hábito.